
Constituida en marzo de 2005 por vecinos de Ludueña y otros barrios, Viviros (Víctimas Violación Rosario) obtuvo varios testimonios de las víctimas, quienes coincidieron en la transformación sufrida en sus vidas ya que les quitó la alegría de vivir, los planes para el futuro familiar y la confianza en las autoridades que debían protegerlas. Los valores positivos, según cuentan, fueron reemplazados por resentimiento, dolor y miedo constantes, a causa de que, a veces, el agresor era un vecino del barrio al que veían en la calle, si el caso quedaba impune. De esta forma, las víctimas perdieron su libertad en los minutos que duró el ataque y en los días posteriores, por lo cual debieron recibir un tratamiento psicológico costeado de sus bolsillos. También padecieron sensaciones de soledad y desamparo ante la injusticia, porque en algunas ocasiones cada víctima o familia (mayormente mujeres y niños de pocos recursos) se vio obligada a investigar el caso por su cuenta ya que la justicia oficial hacía más hincapié en el victimario. Entonces se reiteraron una y otra vez los detalles morbosos de lo sucedido, ya sea a los policías, médicos, psicólogos, abogados o fiscales. En los días, meses o años posteriores al hecho, algunas pasaron por insomnio, pesadillas, fobias, ataques de pánico, depresión y somatización: stress post traumático, según la denominación de los psicólogos.

Como algunas víctimas y parientes decidieron “olvidarse” del tema, en Viviros creen que la impunidad crecerá y por ende las denuncias son importantes para evitar la generación de nuevos delincuentes. Pese al porcentaje menor de condenas, en casos de resolución desfavorable de un juicio, es posible recurrir a organizaciones internacionales de protección a las víctimas de abusos sexuales.
La ONG dio a conocer sus actividades y concientización de la problemática a las autoridades locales y provinciales mediante gestiones en la Gobernación ante funcionarios de salud, diputados y senadores. Actualmente, integra el Consejo Asesor de la Comisión de DD. HH del Concejo Deliberante de Rosario, con una publicación en la revista del mismo y participación en distintos Foros. También se vinculó con la Comisaría de la Mujer, donde recibió asesoramiento de parte de Mariel Arévalo y Jorgelina Llopard, oficiales del Centro de Atención a las Víctimas de Delitos Sexuales. En tanto, en el Centro de Atención a las Víctimas y protección al testigo bajo la responsabilidad de la doctora Shirley Re dan asesoramiento y acompañamiento.
Por otra parte, informa que la víctima o familiar tiene derecho a convertirse en querellante particular, que le permite a aportar pruebas, llevar testigos, recurrir a la fiscalía y seguir el curso de la investigación desde el comienzo hasta la elevación a juicio.
Viviros, como asociación civil sin fines de lucro, continuó recopilando información y haciendo capacitaciones relacionadas con temas de violencia. A su vez, difundió sus tareas a través de los medios de comunicación y el ámbito académico donde alumnos de distintas facultades tomaron la temática como objeto de estudio. Este blog se suma a las notas publicadas en los diarios de la ciudad y a las entrevistas realizadas por los canales de televisión abiertos y de cable y radios de AM y FM.
La ONG acuerda en que si bien una violación es una situación traumática, se puede dejarla atrás: con atención adecuada de parte de profesionales especializados, el respaldo de la familia y amigos y deseos de superación hacia una vida normal.
Correo electrónico: viviros@arnet.com.ar