¿Tomó como
parámetro la existencia de más trabajadores que puestos de trabajo y de la
sobreocupación (personas que tienen dos o más trabajos)?
¿Analizó la
realidad laboral donde hay poco personal, que consumirá de acuerdo a su ingreso
(dará trabajo a otros)?
¿Consideró
el escaso desarrollo de algunas actividades, las leyes restrictivas, las exclusividades
o el reemplazo de los seres humanos por las tecnologías?
¿Se fijó en
aquellos emprendedores egoístas que rechazan la competencia en su rubro, más
aún si se destaca, porque le hace disminuir sus ganancias?
¿Se informó
sobre la cantidad de personas que responden a los avisos clasificados? Por
ejemplo, en el concurso de ingreso a la Municipalidad de Rosario en 2011 se
anotaron 29.716 postulantes para 250 puestos y por ende 29.466 se quedaron
afuera. A su vez, ¿sabía que el título secundario daba más puntos que el
terciario y éste más que el universitario?
¿Puso su
mirada en la exclusión hacia los postulantes a un trabajo por “no tener buena
presencia" o "no dar la imagen", por género, inexperiencia, edad, barrio donde viven y hasta por
haber obtenido un título superior al secundario y eso los hace “estar
sobrecalificados”?
¿Comparó a
generaciones anteriores de jóvenes con la actual, más y mejor preparada en
cuanto a títulos alcanzados, conocimiento de idiomas, tecnologías y otras
habilidades?
¿Pensó en
los emprendimientos por cuenta propia que no encuentran suficientes clientes
para redondear ingresos dignos?
¿Reflexionó
sobre el trabajo infantil y adolescente (edades para priorizar el estudio) y el
aumento de la edad de jubilación; es decir, gente que ingresa antes al mercado
laboral y gente que egresa después?
¿Observó la
característica de herencia que poseen algunos puestos de trabajo que pasan de generación en generación formando un círculo familiar?
“Trabajen,
vagos”. ¿Cuánto impulso emotivo y cuánto razonamiento hay en esa frase?