Maxi Rodríguez sacudió el tedio y dio el golpe
en el clásico rosarino: 1-0 a
Central en el Gigante en la única llegada de Newell’s. Fue un clásico rosarino
típico en el que prevalecieron las precauciones y escasearon los riesgos. Se vio
un trámite parejo, sin cambio de ritmo, sin matices y para olvidar rápido.
Menos por los hinchas de Newell’s.
Con los ingresos de Ferrari y Gissi en la
defensa y un mediocampo nuevo, Central intentó asociarse por abajo y generó las
situaciones más claras a través de Camacho en tres ocasiones (una de tiro libre
que le desvió Pocrnjic, la segunda remató afuera desde el área chica y la
tercera fue una doble tapada de Pocrnjic, primero ante Ruben). Colman
distribuyó el juego y José Luis Fernández tuvo apariciones esporádicas pero
filosas por la izquierda.
Newell’s apeló a la segunda jugada: mediante
salidas rápidas tiró pases largos y fue a presionar con escaso éxito. Amoroso,
como centrodelantero, quedó aislado ya que Fértoli, Formica y Maxi Rodríguez no
consiguieron juntarse con él. Con el correr de los minutos, Newell’s se replegó
cada vez más y apostó al contraataque y a las pelotas paradas.
En el segundo tiempo, Central no encontró los
caminos para molestar a Pocrnjic ya que resignó el modesto circuito futbolístico
del primer tiempo, pese a los ingresos de Bordagaray y Herrera.
Newell’s cambió de posición a sus hombres más
adelantados: Amoroso, Formica, Fértoli; y Maxi Rodríguez, pero su falta de peso
ofensivo no cambió hasta el minuto 47 cuando Maxi ejecutó un córner, cabeceó Formica
hacia el medio y la Fiera, de derecha, convirtió.