Cuando Marcelo Bielsa era el entrenador de la Selección argentina, durante un amistoso contra Holanda en 1999, hizo ingresar al suplente Guglielminpietro por Ortega y al rato lo reemplazó por Gustavo López. Luego, en la conferencia de prensa, el Loco admitió su equivocación al quitar al Burrito y explicó que por eso realizó el segundo cambio. Por contrapartida, cuando los dirigentes de un club del fútbol argentino contratan a un director técnico y más tarde ante resultados insatisfactorios lo invitan a renunciar o lo despiden muy excepcionalmente reconocen su error inicial. La autocrítica cero también bañó a la comisión directiva de Newell’s encabezada por Guillermo Lorente, que hizo todo lo posible para conseguir la salida del entrenador Diego Cagna, quien siempre aclaró su voluntad de continuar. Así, un vínculo estipulado en 15 meses, sólo se extendió por 10 partidos.
De manera paulatina, la figura de Cagna fue sufriendo un manoseo mediático inmerecido e innecesario, al tiempo que el primer triunfo del equipo se hacía desear y nunca llegaría. Un manoseo que califica a quien lo comete. Por lo tanto, cabe preguntarse si los directivos, a veces tan propensos a culpar al periodismo por inventar situaciones, ¿por qué no desmintieron los rumores de ciclo cumplido y respaldaron en público al entrenador que tenía un contrato vigente? ¿Por qué operaron a través de los cronistas, en off, generando una atmósfera negativa como si el ex DT de Tigre viniese de años de desaciertos? ¿Así creen ser confiables para futuras contrataciones? ¿Qué imagen se habrá construido de sus acciones Gerardo Martino, quien declinó el ofrecimiento para hacerse cargo del plantel? Conociendo su forma de manejarse, la negativa del Tata sonó irreprochable desde el punto de vista ético mientras Cagna estaba al mando. Además, su condición de ídolo, su falta de trabajo momentánea, su amistad o cercanía con algunos integrantes de la comisión no lo obligaba a aceptar sin reflexionar. ¿Qué análisis habrá realizado Américo Gallego para rechazar también el puesto? ¿Por qué ahora buscan sí o sí gente del riñón del club y cuando tentaron a Cagna no?
En definitiva, Cagna nunca encontró el equipo y debió irse. Las contrataciones tuvieron un nivel subterráneo, por lo que el manager Gustavo Dezotti renunció. En cambio, los máximos responsables rojinegros continúan en sus sillones.
Coincido Lionel. La verdad es un muy buen análisis. La actual Comisión Directiva de Newell's nunca me cayó muy en gracia. Por una actitud particular que tuvieron conmigo, pero también por ciertas situaciones que pude conocer a través de la prensa. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Gracias!
ResponderEliminar