miércoles, 9 de julio de 2014

Holanda 0 (2) – Argentina 0 (4)

Sergio Romero continuó el legado de Goycochea: atajó dos penales (a Vlaar y Sneijder) en la definición y le dio a la Selección la clasificación a la final después de 24 años. Excelentes estuvieron los pateadores Messi, Garay, Agüero y Maxi Rodríguez.

En un partido sufrido, luchado y trabado, Argentina fue levemente superior, llegó algo más que Holanda. Realizó un notable trabajo colectivo para anular a Robben y Van Persie. Obligó a Sneijder a preocuparse por marcar y no por crear. Mascherano se erigió en el estandarte. Con garra, corazón e inteligencia, tuvo una enorme tarea. También se destacaron Enzo Pérez, quien complicó por la derecha y abrió huecos, e Higuaín, llevando peligro. Palacio dispuso del triunfo mediante un cabezazo, pero le entregó la pelota a Cillessen. El mediocampo se sacrificó. La defensa estuvo muy sólida. Para destacar el coraje de los averiados Biglia (en el brazo izquierdo), Zabaleta y Mascherano (con golpes en la cabeza en distintas jugadas).
 
Holanda pensó en su arco y careció de peso ofensivo. No pudo sacar un contraataque limpio ni se arriesgó a buscar la victoria. Por momentos, utilizó el juego brusco para detener los intentos argentinos. Realizó su tarea más floja en el Mundial.
 

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