sábado, 5 de julio de 2014

Holanda 0 (4) – Costa Rica 0 (3)

La noche de los arqueros. Navas la rompió en los 120 minutos; Krul, en los penales.

Pese a algunos errores e intermitencias, Holanda mereció ganar tanto en el tiempo regular como en el alargue. Mostró una salida limpia desde el fondo (donde no sufrió mayores sobresaltos), desbordes a través de Robben (otra vez se destacó) y culminación mediante Van Persie. Con un juego directo, de rápida transición defensa-ataque, se las arregló para transformar en figura a Navas. Además, Sneijder metió un tiro libre en el palo izquierdo y un remate en el travesaño y Van Persie tuvo el gol pero Tejeda, con la ayuda del travesaño, se lo impidió. Kuyt volvió más de lo que fue. Depay alternó más malas que buenas. Blind pensó más en la marca que en utilizar su gran pegada para habilitar a sus compañeros. Louis Van Gaal se la jugó con el cambio de arquero para la definición desde el punto del penal: sacó a Cillessen y puso a Krul, quien les atajó los remates a Ruiz y Umaña (en el que pareció adelantarse) y adivinó los tres convertidos. Enfrentará a Argentina.

Costa Rica escribió una página memorable en el Mundial. Se fue con la cabeza en alto, a pura dignidad e invicto. Fue la revelación. Se respaldó en un enorme Keylor Navas, quien tapó seis pelotas de gol. Contó con una defensa muy sólida, ordenada tácticamente y que mantuvo al equipo con posibilidades. Tuvo una aceptable recuperación en el medio; no así en cuanto a la generación de fútbol debido al bajo desempeño de Ruiz y Bolaños. Campbell hizo poco arriba y se fue reemplazado por Ureña, quien dispuso de un mano a mano bloqueado por Cillessen. No pudo en los penales, pero realizó un torneo para el aplauso.

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