El árbitro
serbio Milorad Mazic omitió un penal de Zabaleta a Dejagah.
sábado, 21 de junio de 2014
Argentina 1 – Irán 0
Por una genialidad de Messi en tiempo adicional, Argentina obtuvo un
triunfo agónico, sufrido que premia su insistencia. Monopolizó la posesión de
la pelota, se adueñó del trámite, atacó aunque sin demasiadas ideas y generó situaciones
de gol. De a ratos le costó superar el bloque iraní de cinco mediocampistas y
cuatro defensores; cayó en el embudo. Ganó seguido en las pelotas paradas a
favor, pero las cabeceó afuera. Exigió al arquero Haghighi en varias ocasiones.
También Romero dio el presente en los momentos desfavorables con tapadas clave.
Y cuando se repetía en centros, apareció Messi. Esa única aparición de Messi
hizo la diferencia. Porque antes había tenido una labor intermitente, siempre
bien marcado. Solo Di María tuvo claridad para desequilibrar por su sector. Entre
los puntos negativos se hallan un inconexo Agüero, una tarea de mayor a menor de
Higuaín (ambos reemplazados), distracciones defensivas en algunas pelotas
paradas en contra y espacios para el contragolpe rival. Otro triunfo para bajar
el copete y mantener los pies sobre la tierra.
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