martes, 17 de junio de 2014

Brasil 0 – México 0

Con lapsos de paridad y dominios cambiantes, ofrecieron un gran espectáculo, al que solo le faltaron los goles.

El Scratch tardó en controlar el juego y no siempre lo sostuvo. Llegó espaciadamente, pero con profundidad. Cuando perdió la pelota, la pasó mal. Neymar gravitó cuando se movió cerca del área adversaria, Oscar fue su socio y David Luiz empujó desde el fondo. Marcelo subió seguido, no así Dani Alves. Los ingresados Bernard y Jo se diferenciaron de la apatía de Ramires y el estatismo de Fred.  

El Tri se basó en la seguridad de Ochoa, quien tapó cuatro pelotas de gol y se erigió en la figura. De la mitad de la cancha hacia atrás, se escalonó atinadamente para impedir el desenvolvimiento de las figuras brasileñas. En ese circuito defensivo, contó con la voz cantante de Rafa Márquez. Además, presentó el enorme despliegue de los mediocampistas. Pero fue muy tierno en la delantera. Así, desperdició su momento, erró lo que generó, dejó pasar el tren.

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