lunes, 30 de junio de 2014

Alemania 2 - Argelia 1

El equipo de Löw consiguió una victoria trabajosa, sufrida y justa tras 120 minutos. Le costó mucho superar a su adversario. Apeló a la salida prolija, los pases numerosos, la movilidad y las triangulaciones. Por momentos, su posesión careció de profundidad, por lo que utilizó remates de media distancia para quebrar el cerco argelino. Encontró los caminos para crear situaciones de gol a través del juego aéreo. Cuando cambió el ritmo, mejoró y fue peligroso.

¿Cuántas veces pasó la pelota por los pies de Neuer? El arquero realizó tareas de líbero para neutralizar varios avances argelinos. Además, respondió muy bien debajo de los tres palos. Mostró un desempeño muy versátil y efectivo. Fue un pilar. Thomas Müller sacó su repertorio de técnica, desmarque y dinámica. Fue indescifrable para sus oponentes y asistió a Schürrle. Khedira entró enchufado, permitió el desplazamiento de Lahm al lateral derecho y mejoró a su selección. Schürrle, otro ingresado, convirtió el 1-0, el tanto de la tranquilidad. Si bien se lo vio algo desprolijo, desacomodó a la zaga contraria. Özil lució algo apagado, impreciso, pero se tomó revancha anotando el 2-0 para un equipo germano que fue de menor a mayor.

Argelia dejó una gran imagen. Bien plantado en el fondo, firme y seguro del plan a desarrollar, salió rápido en cada contraataque. Cuando llegó, lo hizo con claridad y profundidad. El mediocampo se desdobló en la recuperación y el acompañamiento en ataque. Bien Feghouli. Cuando el orden táctico flaqueaba y la pasaba mal, el arquero Mbolhi otra vez bancó la parada. Conformó un equipo que estuvo a la altura del compromiso y fue competitivo hasta el tiempo adicional, cuando descontó Djabou.

No hay comentarios:

Publicar un comentario