Medalla de oro para Messi, quien se convirtió en la figura por desequilibrio en el juego (debieron pegarle para detenerlo), contagio en sus compañeros e influencia en los adversarios. Por sus dos goles clave al comienzo y en el epílogo del primer tiempo (tremendo tiro libre). Medalla de plata para Mascherano por ubicación, recuperación, combatividad, despliegue y mentalidad ganadora. Le dio un gran pase a Di María en el primer tanto. Medalla de bronce para Di María, quien, a su habilidad y verticalidad, les sumó remates venenosos desde afuera del área. Merecía ser gol el disparo que entre Enyeama y el palo derecho le negaron en el 1-0. Además, Rojo nunca se va a olvidar de su tanto, el 3-2 definitivo. Higuaín intervino más en el juego, se desmarcó y lo buscaron.
En cambio, Agüero no terminó de sintonizarse con sus compañeros y salió lesionado. La defensa se mostró dubitativa en algunas pelotas paradas y cometió errores que le costaron goles. Zabaleta dejó un hueco en su sector en el 1-1 de Musa. Garay salió lejos, débil, y permitió la filtración de Musa para el 2-2. La delantera desaprovechó algunos contraataques para estirar la diferencia.
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